Diciembre 2007: Muchas Glorias para una sola Justicia (o el Día de las Glorias del ejército)

El 19 de septiembre es el Día de las Glorias del Ejército. Y como hasta donde se sabe no serían muchas las mujeres de sus filas que llevan ese nombre, se debe tratar de acciones heroicas y triunfos de uno de los cuerpos militares de Chile.

Tratando de ser positivo, pienso en alguna gloria militar en este país y de su ejército, y me surgen a la mente el golpe militar de 1973, la guerra de 1879 en que le quitamos territorio a Perú y Bolivia y varias intervenciones en política sea por las armas o por su presencia respaldada por pistolas y tanques. Y, definitivamente, sigo sin poner la bandera los 19 de septiembre.

Encuentro en la prensa local alguna otra razón para conmemorar este día, que pasa colado como parte de las fiestas patrias de la independencia. Es posible que ese fuese su carácter inicial, un reconocimiento al Ejército Libertador, formado por chilenos y muchos otros latinoamericanos, pero no sé en qué día de la dictadura se le cambió esa connotación por una cierta cantidad de Glorias que no conozco.

Según la sección comercial del diario El Sur, celebramos el trabajo y valentía de nuestros soldados, pues gracias a esa institución nuestro país se sintió protegido y con auténtica soberanía. No dice cuando se sintió así, pero se supone que siempre. No sé si los chilenos se sienten protegidos gracias a la existencia del ejército y sus acciones ya conocidas, o si la soberanía depende también de la existencia del ejército y si la soberanía que proviene del pueblo no es auténtica. Parece que las reformas constitucionales sólo quedan en el papel, pero no en la conciencia de algunos escritores y sectores sociales.

Más adelante –sigo leyendo porque ya me parece gracioso- señala que el ejército se ha demostrado decisivo en el campo de batalla y ha sido pilar de desarrollo y progreso al asegurar la paz social y aportando con ejemplo vanguardista al crecimiento del país. Ja!. No sé si eso lo escribió un periodista o fue copiado tal cual desde relaciones públicas del ejército. La cosa es que sin el ejército glorioso no seríamos casi nada.

Ese texto es del sábado 17. El mismo día y en el mismo diario, leo que torturados por militares se querellan contra Ricardo Lagos porque éste prohibió que se conozcan los nombres de los torturadores que están en el Informe Valech. Y en el mismo diario, en igual fecha, también se informa que un ministro de justicia procesó a tres ex marinos, un ex carabinero y un ex detective por asesinar a una mujer en Concepción. Supongo que se trata de otros cuerpos policiales y armados, por lo que las señoritas Glorias siguen siendo del Ejército.

Ahora, si a alguien se le ocurriese, además, echar una mirada al diario La Tribuna de Los Ángeles, se percataría que el trabajo y valentía de los soldados chilenos continúa, pues los familiares de los que murieron en Antuco realizaron –también el 17 de septiembre- una velatón para pedir justicia y recordar a su hijos. O yo vivo en un país que no veo, o me imagino que la muerte de estos conscriptos fue para entrenarse en las peores condiciones meteorológicas porque estamos a punto de entrar en guerra con algún vecino o la soberanía está a punto de ser destruida por la nieve, el frío y el viento.

La cosa es que después de harta tele mostrando familiares destrozados por la perdida de sus hijos y de otros soldados regresando temerosos a cumplir el deber patrio, ahora casi nadie se acuerda que en esa acción hubo responsables y que siguen dando órdenes desde escritorios u otros batallones. De verdad que las señoritas Glorias son bastante más acariciadas y nombradas que la señora Justicia. Y eso que esta última es una sola, y ciega la pobrecita.

Pero como la cosa es echarle más nieve al asunto de los conscriptos muertos, La Tribuna titula que hubo un emotivo homenaje a los mártires de Antuco, como si realmente estuvieron en campaña militar porque nos invadían los argentinos o los marcianos. Y más encima, más abajo habla de los jóvenes caídos mientras cumplían su servicio militar. ¡¿Caídos?! ¡Cómo irán a ponerle a esa batalla? ¿Cuántos eran los del bando contrario?. De verdad que esto de buscar enemigos imaginarios es algo ya normal en la valentía del Ejército chileno. Seguramente 45 jóvenes de familias pobres es parte del trabajo que debe hacer el país por mantener su soberanía e integridad territorial que, insisto, no tengo noticias de que esté en peligro.

La verdad es que los familiares acusan a mandos militares de cuasidelito de homicidio y abandono de deberes, también por homicidio simple. Sí que existen dos chiles diferentes, los que aman las glorias y los picantes que no entendemos nada de nada.

La guinda de la semana fue una declaración de senador Mario Ríos Santander, quien se lamentó que no exista una legislación que permita superar el tema de los derechos humanos, dijo en el diario Renacer de Arauco. Qué lástima, ¿no?. Pero por más que uno lo lamente, los que mandan opinan otra cosa, porque sus colegas Arancibia (ex marino) y Larraín, como los concertacionistas Boenninger y Silva ya sabían de su lamento y presentaron un proyecto de ley para dar libertad a ex militares detenidos por violar los derechos humanos de otros chilenos, es decir, torturar, detener, hacer desaparecer sus cuerpos y asesinar. Pero, para todos ellos es lamentable que permanezcan encerrados estos gloriosos soldados de la Patria.

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