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Mostrando las entradas de junio, 2005

Junio 2005: Las mañanas de frías caminatas

El problema del transporte colectivo Decenas de vecinos y estudiantes deben caminar cuadras desde muy temprano para llegar a sus destinos, ya que viejos taxis colectivos no cumplen los recorridos comprometidos con el Estado. Los microbuses, en las mañanas, casi no existen. A pesar de que para circular por el barrió Raúl Silva Henríquez están inscritos 270 taxis colectivos y 180 deben pasar por la villa Las Nieves de Punta Arenas, vecinos de ambas poblaciones caminan más de 10 cuadras y se levantan hasta 1 hora antes de lo normal para tomar un transporte. Aunque La Prensa Austral estuvo allí en las mañanas del jueves y viernes, esta situación se repite en todos los barrios cuando hay escarcha. Esta contradicción el municipio la profundiza más al informar que el camión que  esparce sal lo realiza en todas las calles que lo necesitan los días que escarcha. Entonces, ¿quién es responsable que en las mañanas frías la señora María y su pequeña hija Carla deban caminar más de 10 cuadra

Junio 2005: Desde Villa Lorca con su acordeón

Quizás pensando en su madre, el joven Juan Pablo Hueicha debutó el viernes en su primera presentación pública tocando el acordeón. Y a lo mejor algo nervioso, pero certero en la ejecución del complejo instrumento musical. Así se desenvolvió este sencillo vecino de la villa Alfredo Lorca de Punta Arenas. Junto a otros jóvenes magallánicos, Juan Pablo, de 18 años, se presentó con su  grupo folclórico Espigal en un evento organizado por la Municipalidad de Punta Arenas.           Entre cuecas y resbalosas, en el Teatro Municipal movía sus brazos para adelgazar y  acrecentar su nuevo acordeón, obtenido gracias al proyecto municipal. Aunque su historia aún es corta, sus ganas y cualidades son amplias. La iniciativa de Espiga! exigía la existencia en el grupo de alguien que tocara el acordeón. Como hace poco sus integrantes conocieron a Juan Pablo en el Centro de Vacaciones, lo llamaron en  febrero para formar parte del conjunto. Allí es monitor, de jóvenes que efectúan sencillos  pero he

Junio 2005: Fotografiando la integración patagónica

Vicecónsul de Argentina en Punta Arenas, José Basbus Glaciares, lagos, bosques y riachuelos; edificaciones y monumentos; y también banderas, son parte de los elementos que captura en sus fotografías el vicecónsul de Argentina en Punta Arenas, José Andrés Basbus Alegre. Es su actividad no curricular, como él mismo señala, o "Su Lado B", como nosotros bautizamos a esta nueva sección. Conocido por sus actividades diplomáticas que ejerce en Chile desde 2001, sus  apariciones públicas han sido casi siempre en torno a estas tareas de integración, que  una vez tuvieron carácter conflictivo por el caso de supuesto espionaje en el consulado. Su relación con Chile no comenzó por su actividad profesional, sino por el turismo y la fotografía. Su primera cámara fotográfica la compró en la Zona Franca, en 1997, estando de paseo en Magallanes. Quizás ese día nunca se imaginó que, justamente donde adquirió su primer instrumental fotográfico, iba a realizar su primera exposición artística

Junio 2005: La flor, una tradición familiar

Pequeña productora Irma Loncomilla Una tradición familiar campesina ha llevado a Irma Loncomilla Almonacid, de 67 años, a trabajar las tierras australes para que de ella nazca un producto que resplandece  sobre la nieve recién caída, a 10 kilómetros al norte de Punta Arenas. Aunque nació en Puerto Varas, llegó a Puerto Natales a los 5 años de edad, donde sus padres se instalaron en un pequeño campo en Dorotea para trabajar su tierra y criar hijos, animales y aves. Allá sembró papas, avena y algunas flores. Hace 18 años decidió vender la tierra heredada y se trasladó a la capital regional, compró una parcela y, tras sembrar lechugas, tomates y cilantro, se decidió por un producto que es más hermoso y genera mejores ingresos: las flores, las que produce desde 1993. Pero nada fue tan fácil ni rápido. Al llegar junto a su pareja, don Roberto, hoy de 78 años, no había nada. Levantaron cercos, vivieron en un "ranchito" y habitando en él construyeron la casa y tres invernaderos

Junio 2005. Villa Cruz Roja: el campamento oculto

 Extrema pobreza en Punta Arenas. Diversas familias y algunos solitarios sobreviven al frío con la esperanza de un mejor trabajo y de una casa pequeña, pero firme. Otros, como Juan Pairo, se consumen la vida que les queda, y la calientan, con un poco de alcohol. A lo lejos, entre basuras y escombros, aparece su figura despeinada, suelta; de entre tablas y latas a modo de vivienda, Juan René Pairo salió a recibir a los visitantes como a viejos amigos. "¡Cómo están!", "¡adelante!". Al ingresar al cuarto donde los tres apenas caben, "el artesano" comenta y reitera, con un optimismo que sólo puede explicar el alcohol, que está construyendo un bote y un barril de madera para ganarle a la vida. Dos añosas teteras, sobre una extrañamente hermosa y sencilla cocina a leña, calientan el agua cuyo calor no alcanza para todo el cuarto. A un lado de éste hay otro casi igual en suciedad y dimensiones, aunque más desordenado con su vieja litera y ropas tiradas. Una