Enero 1994: “La paz es un proceso irreversible”

Dirigente del FMLN habla de las próximas elecciones de marzo en El Salvador.

Acaba de visitar Chile el dirigente Facundo Guardado del actual partido político y ex movimiento guerrillero Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). Viene de El Salvador, país donde actualmente se vive un complicado "proceso de paz", luego de años de lucha armada contra el gobierno, al cual le exigen, principalmente, democracia y desmilitarización del país.

El FMLN y su nuevo aliado, la Convergencia Democrática (CD), de tendencia socialdemócrata, se preparan para las elecciones de Presidente de la República y parlamentarias, acordadas en las conversaciones de paz para marzo de este año, a

las que se presentan tres postulantes principales: Armando Calderón de la oficialista Alianza Republicana Nacional (Arena), de derecha; Fidel Chávez Mena, de la Democracia Cristiana; y Rubén Zamora, representando a la coalición FMLN-CD.

Facundo Guardado, ex comandante guerrillero que estuvo preso incluso en su país hace unos años, conversó con LA NACIÓN de la situación actual de El Salvador.

-¿Cómo va el proceso electoral de El Salvador?

-Está caminando.

-¿Camina bien?

-No se puede decir que completamente bien. Como miembros del Partido Farabundo Martí de Liberación Nacional y de Convergencia Democrática hemos tenido muchos problemas, por ejemplo, con el empadronamiento. También el gobierno ha tratado de dificultar nuestra inscripción en los registros electorales, lo que le ha quitado transparencia al proceso electoral.

-¿Ha progresado la pacificación del país?

-Avanza. Más bien yo le llamaría proceso de paz. Sí progresa, pero con muchas dificultades, debido sobre todo a la ola de violencia que se ha producido este último año. Es una mancha muy significativa del proceso.

-A fines del año pasado asesinaron a dos dirigentes destacados del FMLN, ¿se

han repetido estos hechos en 1994?

-Sí. Hay más compañeros que han sido asesinados y atacados en enero de este año. Y todo en el marco de una violencia delincuencial que hay en el país, con la cual se trata de encubrir los atentados políticos.

"No obstante, el proceso de paz tiene el apoyo consensual de las mayorías de El Salvador, como también el apoyo internacional. Por lo tanto, para nosotros es un proceso irreversible y los que quieran volver atrás no lo van a lograr".

Segunda fuerza

-¿Tienen el resultado de alguna encuesta sobre la próxima elección presidencial?

-Sí. En ella nuestra coalición está consolidada como la segunda fuerza electoral del país y buscamos avanzar para llegar a ser la primera, posición que actualmente ocupa Arena.

-¿Qué diferencia porcentual existe entre ustedes y Arena?

-La agrupación Arena nos lleva una ventaja de ocho puntos, pero en noviembre de 1993 tenía 24 puntos más que nosotros. Aunque hay que considerar que aún existe un 52 por ciento de la población que no ha expresado su opinión electoral debido a la violencia que aún existe en El Salvador, pero que es una mayoría que desea cambios.

-¿Cuáles son los puntos principales de su actual propuesta para el país, considerando que la extrema pobreza puede generar más violencia, como en Chiapas, México?

-Nosotros deseamos un gobierno participativo, que asegure el desarrollo nacional junto a las mayorías que no han tenido la oportunidad de formar parte de un proyecto de participación.

"Creemos que las recetas neoliberales no son la solución para el país, pero reconocemos que el mercado puede ser parte de las soluciones. Ahora, el factor de voluntad humana, en el sentido de que la gente viva con dignidad, es esencial para lograr este cambio que nosotros proponemos".

-¿Qué posición tienen como FMLN frente a la rebelión zapatista?

-Lo que sucede en esa región de México es el resultado de la desesperación de la gente por la crisis económica y social que existe en esa zona desde hace muchos años. Creo que allí debieran buscarse métodos de entendimiento para la solución de las causas que originaron este conflicto y no recurrir a la violencia para terminar con la sublevación.