Mayo 2005: Hinchas del fútbol sufren de lejos la trayectoria de sus pequeños clubes

En Punta Arenas hay seguidores del “Conce”, Audax, Rangers y Ñublense

Nacidos en otras tierras, o por razones que eran buenas cuando niños, estos “extraños” magallánicos se enteran por el diario o la televisión cómo le va al club que tanto quieren. La otra noche se vio a uno en plena celebración.


En una tranquila y fría noche magallánica de este mayo que ya termina, se escuchó una exclamación colectiva desde el interior de un céntrico local de Punta Arenas. Un grupo de personas veía entusiasmado un partido de fútbol televisado entre Colo Colo y Deportes Concepción.

Aunque muchos exclamaban cada opción de gol, especialmente del equipo del cacique, uno de ellos -sólo uno- alzó sus brazos para celebrar los dos goles de los penquistas. Fue un hincha muy observado debido a sus ademanes, que a más de 2 mil kilómetros de su ciudad festejó el triunfo del Conce.

Es raro encontrarse en cualquier parte de Chile, especialmente en Punta Arenas, con personas que se identifiquen con equipos "chicos". No son de Colo Colo ni de la Universidad de Chile, sino del mismo Deportes Concepción, La Serena, Audax Italiano, Rangers, Ñublense o Puerto Montt. Son pocos, pero los hay.

Normalmente han nacido en las ciudades de sus equipos, y por trabajo o por colonizar nuevas tierras, han llegado al extremo sur con maletas, familia, esperanzas y, en el corazón, los colores de su club inolvidable.

En Punta Arenas se ubicó a algunos de ellos. Francisco Abarzúa, oriundo de El Carmen, pueblo ubicado a algunos kilómetros de Chillán, lleva en sus venas el rojo de la sangre y de Ñublense, equipo que hoy está en la Segunda División, porfiadamente denominada Primera B.

En micro al estadio

Es socio del club de don Nelson Oyarzún, aunque obviamente no tiene las cuotas al día. Pero se siente un fanático más cada vez que sabe de las victorias o derrotas del club que empezó a seguir en 1958, cuando jugaba el campeonato regional con Concepción, Naval y Fernández Vial.

"Pasó a segunda división cuando jugaba en el estadio El Seminario. En esos días yo iba colgando de la micro para llegar al estadio y nos saltábamos la reja para ahorrarnos la entrada. Incluso fui a dedo hasta Curicó para verlos allá. También viajaba a Talcahuano y a Coronel", contó don Francisco.

Como sucede con muchos de estos hinchas, debió partir a Santiago a mediados de los años 70. "Dejé de ver a Núblense, pero desde esa fecha que sigo atento a lo que pasa con mi equipo", aclaró. Recuerda que nunca fallaba la mala cábala de que, estando Núblense en segunda división, subía un equipo y el suyo quedaba segundo; cuando ascendían dos, llegaba tercero; hasta que en 1976, con Isaac Carrasco de director técnico, "salimos campeones al ganarle al excelente O'Higgins de Rancagua".

En Punta Arenas hay varios chillanejos, asegura, con quienes intentó años atrás formar una filial, pero el fanatismo no alcanzó para tanto. Pero igual se juntan de vez en cuando, como ese año en que, en la Bodega Vinos Ñuble, celebraron el ascenso a primera. "Por el ruido que teníamos en la cuadra, casi nos llevaron a todos detenidos", recordó.

Y no es italiano

Una historia algo diferente es la que contó Efraín Millán, hincha del Audax Italiano.

Aunque sus amigos le preguntan "qué 'teñí' de italiano para que te guste el Audax", él responde con extraño orgullo "la corbata". ¿Por qué se hace seguidor de un club pequeño quien nació y ha vivido siempre en Punta Arenas?

Don Efraín explicó que cuando tenía seis años un primo lo incentivó a seguir al Audax. El era fanático del equipo. "Actualmente vivo en Quellón, donde hay un club Torino, que tiene la misma camiseta e insignia del Audax". Con eso se conforma para tener en la memoria al club de cuando era niño.

Ante la posibilidad de que se dude de su preferencia, relata que el Audax tiene cuatro títulos nacionales, el último de 1957. "Tuvo equipos formados sólo por chilenos, dando preferencia a la gente del norte de Chile. Antiguamente existía el clásico de la chilenidad, que disputaban Colo Colo con Audax Italiano, los únicos conjuntos que sólo tenían jugadores chilenos", afirmó.

Algo que caracteriza a estos seguidores, es que generalmente sufren la trayectoria de sus equipos, ya que están en la mitad de las tablas de posiciones, se arriesgan a bajar de categoría y no es común que les den una alegría grande.

Hermano de arquero

También es la experiencia de José Mejías, nacido en Talca y, por supuesto, seguidor del Rangers de la capital del Maule.

Las razones para seguir al rojinegro fueron familiares. Su hermano, Humberto Mejías, fue arquero de Rangers. También lo fue de Ñublense, Universidad Católica y Wanderers. En los ochenta se vino a Punta Arenas y jugó en el Sokol. "Yo era su hincha número 1", explicó.

A los 15 años se fue de Talca a Valparaíso. Ya lleva 40 años en Punta Arenas. "Desde esa fecha que busco los resultados en el diario para saber cómo le va al Rangers. Recuerdo campañas buenas con jugadores como Miguel Ángel Labruna o Vicente Cantatore".

Ha tratado de acudir al estadio para ver a sus jugadores. Hace unos 8 años estuvo en Talca y vio a Rangers en el partido de celebración de los 78 años de existencia.

Y al igual que todos estos fanáticos de un equipo, sabe que este año Rangers lleva 28 puntos, puntaje que no le permitirá pasar a la siguiente fase. "Eso es injusto -reclama- si lo comparamos con la puntuación de otros clasificados, que es menor". Pero se conforma con ver a Rangers por la televisión. Como el silencioso fanático del Conce, que ya es asiduo seguidor del restaurante de calle Nogueira, igual que de su morado equipo.

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