Noviembre 2004: Juntos Podemos recupera comunas históricas de la izquierda

 Elección de concejales en la Región del Bío Bío.

En la segunda zona más importante del país, el binominalismo se está gastando por el lado de la Concertación.

En las recientes elecciones de concejales, la izquierda reunida en la alianza Juntos Podemos alcanzó porcentajes históricos anteriores a la dictadura militar en comunas de la Provincia de Concepción, mientras que dio una importante sorpresa en Yumbel, la misma comuna donde se venera a San Sebastián.

Estos logros, que también se alcanzaron en otras regiones del país, son interesantes pues ocurren luego de una baja marcada en la votación nacional y local de la izquierda –Partido Comunista y otros movimientos y partidos menores- y por la importancia política que tiene y ha tenido esta zona del país.

La Región del Bío Bío dio un 10% de votación global a Juntos Podemos, lo que es un 0,8 por ciento más que en el total del país. En la Provincia de Concepción alcanzó un promedio de 10,7%, con excelentes votaciones en Coronel (25%), Lota (21%) y Tomé (20%).

En Ñuble alcanzó buenas votaciones en la cuna de Prat, Ninhue, con 15%, Trehuaco con 16%, Chillán Viejo con 15% y Coihueco 15%. De éstas, la más importante es Chillán Viejo. En la Provincia de Bío Bío, importante bastión de la derecha, especialmente en su capital, Los Ángeles, la izquierda dio un batatazo al alcanzar un 33% de los votos en Yumbel.

Mientras que en la Provincia de Arauco, de importante raigambre mapuche, Juntos Podemos tuvo un global de 12 por ciento. Si de esas comunas se sacara a Contulmo, en la que se alcanzó sólo un 1,9%, la votación provincial llegaría a 14%. En esta provincia, lo más destacado se dio en la comuna de Arauco (19%), Curanilahue (15%), Cañete (15%) y Lebu –la capital provincial- (16%), cuatro de las ocho comunas de esta provincia.

Buenos resultados comunales que tampoco pueden hacer creer que necesariamente es el repunte definitivo de esta nueva izquierda formada por una alianza entre varias formaciones políticas, en las que destaca el Partido Humanista. Junto al Partido Comunista logran sí, ser un factor político importante en las comunas nombradas, donde tener estos porcentajes significa ser uno de las agrupaciones políticas más importantes. Por supuesto, esto nuevamente no se reflejará en los medios de comunicación, ya que la instrucción directa o solapada y la autocensura impedirán la democracia en la prensa.

Este 10% en la Región del Bío Bío también tiene un peso importante al considerar el juego de las fuerzas políticas. Tras los mejores momentos pos dictatoriales de la izquierda, que fueron el 14% en la elección senatorial de 1989, con Luis Maria como candidato; y el 12% de la presidencial de 1993 –sumando a todos los candidatos de izquierda- esta es la mejor votación. Lo destacable es que no se trata de un candidato con gran arrastre ni la suma de candidatos sin unidad: hoy es una alianza de movimientos políticos unidos bajo una plataforma común. Además, no hay que olvidar los peores momentos de la izquierda en Bío Bío y en el país, como fue el 3% en la elección de senadores de 2003 o el 4% de las municipales de 2000.

Si comparamos con el promedio de la izquierda de todas las elecciones desde 1989, en Bío Bío tenemos un 7,5%. El 10% de esta ocasión es un índice destacable, que muestra una alternativa más clara para el pueblo, especialmente en las comunas con mayor votación, donde ya se alcanzan los porcentajes de la derecha.

Por ejemplo, en Lota habrá un concejal del Partido Comunista y otro del Partido Humanista, la Concertación obtendrá 3 y la derecha sólo 1. En el caso de Yumbel ocurre lo mismo. Y donde la izquierda alcanzó a elegir un concejal, generalmente la derecha tiene la misma cantidad o la supera en uno, aunque no necesariamente dobla a la izquierda en la votación. En Coronel, Curanilahue, Tomé y Trehuaco la derecha y la izquierda obtienen un concejal cada uno.

Y este mejor escenario para la izquierda, especialmente en determinadas comunas, se ve al revisar los porcentajes por alianzas y partidos políticos. La Concertación tiene un promedio de votación regional de 60%, la que muchas veces la ha salvado de fuertes caídas a escala nacional. Sin embargo, en esta elección logró un 49%, lo que demuestra claramente su baja regional. En el caso de la alianza derechista, su 32% histórico de la región lo mantiene al alcanzar ahora un 33%. Es decir, la derecha se ha estancado, mientras que un sector que votaba por la Concertación hoy lo hace por la izquierda.

Respecto de cada partido político, comparando a Juntos Podemos como un partido similar el PS, la DC o la UDI, tenemos también interesantes curvas de desarrollo o involución. La Unión Demócrata Independiente logró el 17% de los votos, comparado con su 14% histórico pos dictadura le permite seguir en un momento de buen apoyo popular, aunque menor al 19% nacional. Además, es la primera vez desde las últimas cuatro elecciones que no sube su votación respecto a la elección anterior, sino que la baja.

En Renovación Nacional también pueden sacar algunas cuentas regionales alegres, ya que del 11 por ciento que tienen como promedio en la Octava Región, alcanzaron un 13 por ciento, que los puede dejar tranquilos, ya que incluso superaron la votación de las dos elecciones anteriores. Sus mejores números han sido un 17% en la elección de senadores de 1989 y 16% en la de senadores de 1997, aunque en ambas generalmente hay una menor competencia con la UDI. Por lo que el 13 por ciento actual es positivo para ellos.

En la Democracia Cristiana la situación es diferente. El 24% promedio que posee en la Región del Bío Bío no ha podido ser alcanzado desde 1997. Su 20% en la reciente elección de concejales la mantiene estancada alrededor de ese porcentaje. Sus ya no tan cercanos del radicalismo se pegaron un bajón importante. Del 9,7% histórico, hoy mostraron con mayor claridad su real fuerza: un 5%. Esto debido a que muchas veces los radicales van con el apoyo de otros partidos de la Concertación para elegir sus candidatos, situación que en menor medida pasa en todo los partidos de la Concertación y la derecha.

Y en el ámbito del llamado progresismo concertacionista, el Partido por la Democracia también ha tenido una baja del 12% promedio desde 1989 al 10% actual. En tanto, el Partido Socialista también bajó, aunque menos: del 14% al 13 % en la elección del 31 de octubre.

Con esto se ve que en la Región del Bío Bío el desgaste del binominalismo se está produciendo por el lado de la Concertación, ya que de allí la izquierda pareciera estar obteniendo más votos, de los desencantados, mientras que la derecha vía populismo y votación empresarial mantiene y mejora su votación regional.

En tanto, el 10% actual de Juntos Podemos lo iguala en fuerza política al PPD y queda muy cerca del PS y RN; con quienes ya puede hablar de igual a igual.

Sin pecar de demasiado optimistas, parece un buen momento para que esta nueva izquierda empiece a profundizar lo ganado en el ámbito electoral con un trabajo en las organizaciones sociales. Una de las diferencias fundamentales de la izquierda siempre ha sido que la votación que obtiene es doblemente importante, ya que posee claridad respecto de los objetivos de sus dirigentes.

Si ya quedó claro que la izquierda posee un 5% de votación dura, este 5% extra debe ser acercado a través de la organización y la movilización, para que en lo sucesivo no sea sólo el doble en número sino en triple en trabajo por un país pensado por y para los pobres.


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