Marzo 2001: Marcha mapuche a Concepción

Buscando una alianza con la sociedad civil


Qué fuerza pueden llegar a tener setenta mapuches caminando bajo la lluvia con el apoyo de unos cuantos dirigentes vecinales o sindicales. Qué fuerza puede llegar a tener un grupo de lafkenches que llega a Concepción protestando, caminando... Sin embargo, setenta jóvenes tuvieron la fuerza de su pueblo para poner en la discusión colectiva las demandas de los lafkenches y sus propuestas.

Salieron los lafkenches desde Cerro Negro, a 220 kilómetros de Concepción, liderados por el werkén del movimiento Identidad Lafkenche, Luis Llanquilef, y el alcalde mapuche de Tirúa, Adolfo Millabur.

Durante los siguientes seis días, la marcha pasó por Cañete, Cerro Alto de Los Alamos, Curanilahue, Laraquete, Coronel, Lota, San Pedro de la Paz y Concepción, donde fueron recibidos por dirigentes sociales, algunos alcaldes y la comunidad con actividades en las plazas de cada ciudad.

El 10 de marzo caminaron desde San Pedro a Concepción, bajo una fuerte lluvia, con unos 300 lafkenches más llegados en buses, y algunos dirigentes penquistas. Tras una ceremonia en la Plaza Independencia alrededor de un canelo, se dirigieron al Sindicato de Trabajadores de Petrox. Allí cumplieron su promesa de reunirse con dirigentes estudiantiles, juntas de vecinos, trabajadores, jóvenes y minorías sexuales. También llegó invitado un líder de los indígenas de Ecuador.

Gente de la costa

Según el censo de 1992, los mapuche en Chile son 1 millón 500 mil, es decir, el 10% de la población. La comuna de Tirúa está en el extremo sur oeste de la provincia de Arauco. Su población es de 10 mil habitantes, de los cuales el 80% es mapuche.

Esta población mapuche organizada en comunidades otorga a esa comuna el mayor índice de ruralidad de la provincia. Sus niveles de pobreza alcanzan a un 47,5%, siendo la más pobre de la región y la cuarta en el país. Otro indicador relevante es su elevada tasa de analfabetismo, principalmente adulto, que alcanza al 19,4%. Tirúa es una de las ciudades donde viven o comercian, estudian o trabajan los lafkenches, habitantes costeros de las regiones del Bío-Bío y de la Araucanía. Los lafkenches se ubican en una franja que se extiende desde Cañete al río Toltén, incluyendo, entre otros, sectores del lago Lleu Lleu, Tirúa, Puerto Saavedra, Puerto Domínguez y la isla Huapi. Este pueblo (además de los huilliche, pehuenche, entre otros) ha sido omitido con frecuencia de los mapas étnicos.

Propuestas lafkenches

Los lafkenches proponen: creación de una comisión independiente sobre Verdad y Deuda Histórica Mapuche, reconocimiento constitucional como pueblo mapuche, reconocimiento de sus espacios territoriales, adopción del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, opción lafkenche de desarrollo y participación política local, regional y nacional.

En el documento Reconocimiento, Justicia, Territorios, Derechos y Autonomía de mayo de 1999 señalan que en Chile "existe un total desconocimiento de nuestra historia, identidad y cultura, y que el desinterés por nuestra existencia comienza cuando se conforma la república, ya que en ese período (1810) nuestro pueblo contaba con una autonomía política y territorial definida en el Tratado de Quilín de 1641, entre nuestras autoridades originarias y la Corona de España.

Tras la mal llamada "pacificación" –que significó matanzas, destrucción material y cultural hasta llegar casi al exterminio de un pueblo- el gobierno promulgó en 1925 la ley 14.298 que repartió 500 hectáreas por colono y sólo 6 para el mapuche y su familia. “Al concluir este desigual reparto sólo pudimos obtener unas 500 mil hectáreas de tierras en lugares casi inaccesibles", señala el documento.

Agrega que "desde un punto de vista administrativo, las instituciones del Estado chileno abolieron las nuestras, definiendo un nuevo orden interno, el cual concluyó confinándonos en pequeñas 'reducciones' que provocaron profundas desarticulaciones al interior de nuestro pueblo y de su unidad base: la comunidad".

Por eso proponen que sus espacios territoriales de patrimonio lafkenche incorporen las tierras que se encuentran en conflicto con empresas como Forestal Arauco, Forestal Arauco, Forestal Mininco, Osvaldo Carvajal, Jacinto Lisboa y Andrés Balocci en el lago Lleu Lleu.

De la misma manera, esperan que se defina que el sector costero en donde viven y trabajan les pertenece, ya que comprende la relación sagrada y espiritual que con ella mantienen desde tiempos inmemoriales. Para ello, las áreas de manejo que les han sido acordadas a muchas comunidades recolectoras de la orilla costera deben ser legítimamente adjudicadas a éstas, dejándolas exentas de pago de cualquier impuesto.

También piden la devolución de sus lugares sagrados, como la Isla Mocha, y sitios protegidos como el Parque Piedra del Águila en Nahuelbuta, último lugar en el cual se conserva bosque nativo, patrimonio natural lafkenche.

Con esta propuesta, y más, llegaron caminando a Concepción.

La situación mapuche previa a la marcha no era de lo más tranquila. En la propia Región del Bío-Bío, pero en el sector pehuenche de Queuco, a unos 50 kilómetros de Santa Bárbara, desde el 7 de febrero hay una toma de terrenos que ocupan colonos, quienes han reconocido no tener forma de demostrar que esas propiedades son de ellos. Sin embargo, en este caso el gobierno sí defendió a esos colonos, señalando que la sacrificada vida que deben soportar y el trabajo de la tierra son motivos más que suficientes para reconocerles su derecho a permanecer allí. A los mapuche jamás les han reconocido de esta manera su derecho a vivir en territorios ancestrales que siempre ocuparon.

Alcalde mapuche

Adolfo Millabur Nancuil sabe de represión y "justicia". Es el alcalde de Tirúa desde octubre de 1996, desde donde intenta apoyar la causa lafkenche. Declaró a la revista suiza "Por Un Desarrollo Solidario" que "en tanto primer alcalde mapuche de Chile tengo una responsabilidad moral extremadamente fuerte. Es por ello que aprovecho este estatus de alcalde para denunciar las violaciones de los derechos humanos, que son objeto de manera cotidiana mis hermanos mapuche".

Respecto a los objetivos de la marcha a Concepción, Millabur dijo a PF: "Hoy es importante generar interlocutores válidos que sean capaces de promover y generar cambios a nivel de la agenda de este país y de la sociedad civil. Vinimos caminando como una llamada de atención, una señal de afligimiento de las comunidades, pero al mismo tiempo como una prueba de compromiso de los jóvenes que están dispuestos a realizar este tipo de sacrificios para hacer notar sus demandas.

La apuesta lafquenche es establecer una 'cumbre social' para comenzar un vínculo con las organizaciones de base. No nos interesan las grandes cúpulas, sino las juntas de vecinos, sindicatos, Colegio de Profesores, si es posible la organización de fútbol amateur, todas las instancias de base para establecer una relación más horizontal. Creemos que no hay un entendimiento objetivo de lo que nosotros planteamos. En general, hay un distorsión de lo que aspiramos. Hay que definir líneas estratégicas para ver cómo abordar los problemas en conjunto, porque la miseria no tiene raza ni color. Queremos comenzar una alianza con la sociedad civil".

Ustedes vinieron a dialogar con la sociedad civil y no con el gobierno. ¿Por qué?

"El Estado chileno, donde se incluye el gobierno, el poder judicial, el parlamento, tiene una mentalidad congelada de la época colonial y no responde a los intereses mapuche. Nuestra oposición no es solamente contra el gobierno de tumo, porque a pesar de la mejor voluntad que tenga igual va a haber diferencias respecto a las formas de entenderse, porque la estructura está establecida en contra de los intereses de los mapuche. Buscamos un cambio de estructura del Estado, por eso planteamos la autonomía para hacerlo funcional en las zonas donde hay comunidades mapuche".

¿Eso significa, por ejemplo, modificar la actual estructura municipal... ?

"Municipal, judicial, una serie de cambios que respondan a los intereses de las comunidades y que tengan la garantía de respeto y participación de los mapuche, porque hasta ahora somos objetos y no sujetos de desarrollo. Otros piensan y deciden por nosotros.

Hace un año y medio entregamos nuestra propuesta al gobierno y aún no tenemos una respuesta. Pero creo vendrá el momento en que tendremos que seguir conversando".

¿Cómo está la coordinación y posibilidad de unidad entre mapuche para dialogar con la comunidad?

"Creo que debemos mantenernos en nuestras particularidades porque la hegemonía es negativa para el pueblo mapuche, que es diverso, con pequeñas diferencias estructurales y lógicas de funcionamiento distintas".

¿Y la alianza con los sectores progresistas del país?

"La Izquierda chilena ha tratado de hegemonizar la lucha mapuche, con falta de respeto y desconocimiento hacia nuestra causa. Debe haber una mayor aceptación de diferencias y hacer alianzas a largo plazo no sólo para combatir la pobreza, sino primero que nada la codicia y avaricia de los que más tienen. Para nosotros también son importantes los derechos políticos y económicos, nuestra autodeterminación, para ser un aporte al desarrollo del país".


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