Marzo 2000: La turbia privatización del agua potable. El caso de ESSBÍO

     En enero el presidente Frei decidió privatizar la Empresa de Servicios Sanitarios de la Región del Bío-Bío (ESSBÍO), considerada una de las más rentables empresas del Estado. El presidente del directorio de la sanitaria, Hernán Ugarte Correa, renunció porque cree que la privatización es la peor forma de financiar el sistema de tratamiento de aguas servidas para Los Ángeles y el Gran Concepción, que es la razón que se invoca para la venta mayoritaria de las acciones, junto con la suposición de que ESSBÍO no podría financiar sus planes de desarrollo. Ugarte explicó a PF cómo el gobierno tomó esta medida, mientras en las calles de Concepción se recogen firmas contra la privatización y se realizan marchas de rechazo.

El ex presidente de ESSBÍO es un conocido empresario de la zona, democratacristiano y consejero regional en el primer periodo de los gobiernos regionales después de terminada la dictadura. Hoy es gerente general de una pequeña cadena de supermercados de Concepción. Desde una singular óptica de defensa de las empresas privadas, rechaza la privatización de la empresa estatal de agua potable.

¿Por qué es necesario incorporar dineros externos a la empresa para realizar inversiones? ¿Cuáles son las necesidades de inversión en el caso de ESSBÍO?

"ESSBÍO debe cumplir con metas y tareas impuestas por el gobierno, comprometidas con la Superintendencia de Servicios Sanitarios. En 1995 el presidente Frei planteó el desafío de cumplir, desde ese año a 2000, las metas de 100% de cobertura en agua potable y alcantarillado y avanzar en un 70% en el tratamiento de las aguas servidas a 2002. Nosotros teníamos presupuestado llegar al 74% de cumplimiento.

Pero también se definió que la rentabilidad de las empresas sanitarias será retirada completamente. Por lo tanto para cumplir sus metas las sanitarias no disponen de rentabilidad. Ese dinero se destina a financiar obras sociales del gobierno.

Por lo tanto, las sanitarias tienen dos posibilidades para financiar sus proyectos: disponer de recursos propios de la depreciación de sus activos y de la venta de activos prescindibles (dineros con los que extendemos el servicio de agua potable y alcantarillado), o la obtención de créditos bancarios que sólo serán aceptados por el gobierno en el caso de que la empresa sea muy eficiente y haya cumplido los planes de desarrollo comprometidos con la Superintendencia. Por último, en el caso de que el gobierno no autorice el crédito -como ocurrió con ESSBÍO para el tratamiento de aguas servidas de Los Ángeles, Concepción, Chiguayante y la mitad de Talcahuano- el gobierno puede autorizar que una empresa externa haga la obra, obtenga ganancias y después la obra pase a propiedad de la empresa estatal (conocido como sistema BOT, por sus siglas en inglés). O se puede decidir la venta de acciones privatizando la empresa. Esto es lo que ocurrió con ESSBÍO".

Sobreprecios del gobierno

¿Usted cree que no se puede financiar el tratamiento de aguas servidas con un crédito?

"En principio planteamos el endeudamiento, pero se rechazó. Sin embargo, ante las otras dos opciones, BOT o privatización, prefiero el BOT y rechazo la privatización. Pero lo que nos pareció extraño desde un principio eran las cantidades de que se nos estaba hablando. El gobierno planteaba que se necesitaba una inversión de dos mil millones de dólares para el tratamiento de aguas servidas para todo el país, 137 dólares por habitante tratado. Nosotros calculamos un costo de 40 dólares por habitante tratado, según lo que obtuvimos en cálculos para Chillán, lo que nos lleva a un precio de entre 700 y 800 millones de dólares.

Para construir las plantas de Los Ángeles y el Gran Concepción necesitamos 35 millones de dólares, según los cálculos que hicimos para Chillan, cifra que corresponde a la utilidad de ESSBÍO para los próximos dos años. Por eso nos pareció desproporcionado, por no decir irracional, vender esta empresa, que vale 700 millones de dólares. Por eso propusimos al Sistema de Administración de Empresas -dependiente de CORFO- que se incorporaran capitales privados por medio del BOT. Así lo propusimos porque somos una empresa con gestión muy exitosa, con muy buena rentabilidad y que tiene financiados sus planes de desarrollo".

¿A qué se deben estas grandes diferencias de costos?

"Lo que pasa es que el estudio en que se basó el gobierno tiene metodologías y sistemas antiguos de trabajo y gestión, basados en la experiencia de EMOS. ¿En qué consistió la nueva visión de ESSBÍO? Primero, en no tener la arrogancia de decir cuál es la mejor tecnología, como lo hacían EMOS y el gobierno. Es una irresponsabilidad. Si la mejor tecnología está afuera, dejémosla que entre, que compita y nosotros decidiremos cuál es la mejor. Además, en estos casos nosotros contratamos una gerencia externa para que se preocupe exclusivamente del plan final, con nuestra gestión -reconocida por la comunidad regional y nacional- hacemos una inversión a bajo costo y con nuestros parámetros técnicos. Eso hicimos en Chillán.

ESSBÍO prefiere el BOT

¿La opción llamada BOT –que es la que ustedes postulan y que evitaría la privatización- maneja ese estilo de gestión?

"Es tan innovador como nuestro estilo de trabajo. Pero la diferencia es que la planta de Chillan la hacemos directamente nosotros con autorización de crédito por parte del gobierno, mientras que el BOT es una invitación para que vengan privados y traigan sus equipos, sus capitales y ellos construyan la planta que necesitamos. La planta es operada por el privado por unos 20 a 25 años, obtiene ganancias a través de una tarifa pactada, y luego vuelve a ser gestionada por ESSBÍO. Es decir, sin necesidad de vender la empresa hacemos un negocio con un privado para cumplir con el tratamiento de las aguas servidas".

¿Los costos de una empresa privada son menores que los que logra ESSBÍO con una autorización de préstamos?

"La empresa privada hará exactamente los que hicimos nosotros, porque nuestra mentalidad, la economía, los costos, la eficiencia, la productividad, son conceptos que asumimos desde 1990 como si fuésemos empresa privada.

Con ese sistema cambiaron los resultados de la empresa. Antes de 1990 se trabajaba constantemente a pérdida, pero ya en 1993 estuvimos sobre el límite de explotación para obtener superávits permanentes hasta el año pasado. En 1990-91 el déficit anual era de 2 mil millones de pesos. En 1992 tuvimos nuestro primer superávit de 92 millones de pesos, en 1993 alcanzamos mil 307 millones de pesos y en 1994 logramos 3 mil 450 millones de pesos de ganancias. En 1998 subimos a 6 mil 929 millones de pesos, con una rentabilidad de 11,5% ese año. Además, asumimos una deuda histórica -a diferencia de Emos y Esval- que nos significan mil millones de pesos anuales más otros mil millones de intereses".

¿Porqué ustedes señalan que las tarifas para los consumidores subirán con la privatización, si el sistema de operación y gestión que ustedes efectúan es igual al de una empresa privada?

"Es un hecho que las tarifas suben en cualquier empresa privada. Ya lo estamos viendo en Emos y Esval. Lo que pasa es que la filosofía de una empresa del Estado, cuando discute la tarifa, es absolutamente distinta a la de la empresa privada: fin social versus fin de lucro. La empresa estatal queda conforme con obtener rentabilidad. No así la privada, que quiere más y más ganancias.

Con el actual sistema de regulación, el privado negocia y acuerda en los puntos que desea. El resto se lleva a arbitraje, que es decidido por un equipo formado por un representante de la empresa, otro de la Superintendencia y un tercero de común acuerdo. Por muy técnico que sea el equipo son seres humanos que cometen errores. Así ocurrió con Emos. La Superintendencia quería rebajar las tarifas en 6% y la administración estatal de Emos quería subirlos en 2%. Con la negociación terminada a mediados de febrero las tarifas subirán 15%. ¿Dónde están las garantías del marco regulatorio, que fue la condición que el Estado exigió en la ley sanitaria para vender las empresas de este rubro?

Además, nosotros buscamos solucionar los problemas de la gente. A diferencia, incluso de la gestión de Emos o Esval. Se supone que nuestra tarea, legalmente, llega hasta hacer estudios de factibilidad, pero nos coordinamos con los municipios y el gobierno regional para desarrollar los trabajos. Por eso la gente nos defiende".

Más adelante Hernán Ugarte explicó que, aparte del precio que el gobierno daba a las obras para el tratamiento de aguas servidas, tres veces más alto que lo calculado por Essbío, hubo otras acciones que le demostraron que la privatización estaba decidida hace meses y que no fue una resolución final del presidente Frei tomada en enero.

Maniobras de Hacienda

Ugarte dice que en 1997 se solicitó autorización de crédito para las obras de Chillan junto a la de Los Ángeles y Gran Concepción. El Ministerio de Hacienda, por razones presupuestarias, se negó en enero de 1998, aunque aprobó el endeudamiento para Chillan y 12 localidades menores. Sin embargo una vez iniciado el proceso, con diferentes estudios y licitación del crédito con bancos, el gobierno echó pie atrás en noviembre de 1999 y desautorizó el crédito ya aprobado. "Teníamos cualquier cantidad de dinero gastado, adjudicadas las obras, la gerencia externa había sido contratada hacía un año, pusimos dineros propios con endeudamiento a corto plazo mientras salía el crédito. Y al final, cuando estábamos con la soga al cuello, nos dicen que no van a autorizar el crédito porque es muy alta la tasa de interés".

¿ Cuánto se había gastado ?

"Bastante, pero no le podría dar una cifra. Nos cambió las reglas del juego. ¡El Ministerio de Hacienda nos jugó chueco! Nos quitó un financiamiento que teníamos comprometido. Estaba autorizado desde 1997 y nos lo rechazan en noviembre de 1999. ¿Por qué? Porque el Sistema de Administración de Empresas de Corfo y Hacienda ya tenían decidido privatizar Essbío. Eso lo acaba de decir el director de Presupuesto, Joaquín Vial, quien informó que no se puede echar pie atrás a la privatización de Essbío porque lo que se obtenga de su venta ¡ya está considerado en el presupuesto de 2000! Esto debe ser juzgado por la clase política y por la Contraloría. Tenían convencido al país de que estaban haciendo un proceso transparente, de contratación de un banco asesor experimentado para optar por diversas opciones".

Añadió que el proceso de evaluación de ese banco consideraba el BOT o la venta de acciones y que en caso de que se eligiera la privatización el proceso seguía y el banco obtenía muchísimas más ganancias que si optaba por el BOT.

Si y a estaba resuelta la privatización, ¿qué significa para usted todo esto?

"Creo que los burócratas y tecnócratas tenían engañado hasta al presidente de la República, tenían todo decidido. Si ya lo sabían, no era necesario contratar a la consultora, que significó un gasto adicional de 150 millones de pesos. Yo rechacé esta modalidad de evaluación, pero fui minoría cuando se votó en mayo del año pasado.

Si el instructivo presidencial de 1998 sobre las sanitarias decía que éstas se podían financiar con créditos, BOT o privatización, y Essbío no puede ser financiada sino con venta de acciones, entonces el instructivo es letra muerta porque ninguna otra empresa está mejor capacitada que Essbío para asumir créditos o el BOT. Las empresas del Estado tienen las manos amarradas para avanzar y Hacienda les niega las vías de financiamiento, de modo que no quede otro camino que la privatización.

Nosotros hemos financiado todos nuestros planes de desarrollo, a diferencia de lo que dice el banco: que estamos desfinanciados, ¡y cómo no, si el gobierno nos quitó el crédito para Chillan! El banco ignoró las cifras y antecedentes entregados por la empresa. En definitiva, todo esto es un abuso de poder del Ministerio de Hacienda cometido en perjuicio de Essbío".

Usted ha señalado que espera que el gobierno de Ricardo Lagos modifique la decisión de Freí. ¿Lo cree así?

"La verdad es que es difícil. Pero en Concepción existe un movimiento de dignidad cada vez más grande por la defensa de Essbío, de vecinos, parlamentarios y trabajadores. El asunto deberá repensarse".

¿ Qué posibilidad ve de que se revierta la privatización de Essbío?

"Sólo en el caso de que se geste un gran movimiento social en la región en defensa de Essbío en que se den las condiciones para que Ricardo Lagos revierta la decisión y demuestre que su promesa de gobernar escuchando a la gente no sólo era un eslogan.


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