1998: Concepción de agua y trenes. “Sueño profundo” del urbanista Sergio Baereswyl

Para el tercer milenio, este arquitecto ve la urbe atravesada de canales que conecten sus lagunas, ríos y el mar para crear una ciudad fresca y recreativa.

Los trenes reemplazarán el transporte en automóvil y en taxibuses. Modernos, rápidos, insertos en las ciudades de la provincia, y al final, en una red más pequeña, de buses suaves y no contaminantes.

La ciudad en el agua y el agua en la ciudad. Así se podría definir la visión futurista de uno de los permanentes protagonistas de la construcción y proyección diaria de la capital regional durante la segunda mitad de esta década, la última del siglo. Sergio Baereswyl Rada, asesor urbanista de la municipalidad cree que Concepción debe volcarse a sus aguas, crecer y relacionarse con ellas, con la lluvia, los ríos, las cascadas, y formar un todo de armonía y recreación.

¿Un sueño demasiado profundo? Esa es la idea. Salir de la cotidianeidad de la Plaza Independencia y su restauración, del plan regulador, de los paseos peatonales y sus proyectos a más corto plazo. Y Baereswyl, doctor en urbanismo desde 1986, se entretiene.

Creo que el gran sueño urbano de Concepción está en los temas del paisaje y en el transporte, que son los más importantes y donde se van a producir las transformaciones más grandes del siglo venidero", comenzó clarificando.

En el plano ambiental y de paisaje creo que Concepción va a descubrir que tiene recursos naturales notables, y dentro de ellos creo que el más importante es el agua. Es una ciudad llena de lluvia, de ríos, lagunas y aguas subterráneas. Concepción no carece del elemento vital.

Invasión de agua

La ciudad no sólo debe acercarse al agua, sino que también debe “invadir todo nuestro entorno" a través de lagunas, canales y ríos que penetren, se acerquen y estructuren la ciudad. Dijo que mientras se hacen grandes esfuerzos por recuperar la ribera del Biobío y tas lagunas urbanas, él imagina, "no ejes verdes, sino ejes azules" dentro de la ciudad. Cree que perfectamente se podría crear un circuito fluvial, “una especie de Ámsterdam del sur de Chile o una Venecia penquista, guardando las proporciones”

Que la ocupación del río no sea con una costanera sino una especie de archipiélago, con Islotes que ocupan el Biobío “en una relación permanente del agua y la tierra y no de una forma lineal, primaria, sino de una forma sensible. No habría una costanera, sino muchas".

Los ríos internos que interconectan las lagunas y los ríos Biobío y Andalién serían navegables para el goce y ocio de las personas, que también los disfrutarán al estar cerca de la calle, al lado de las plazas y parques.

Plantea que el flujo de agua principal nazca en la cascada del Caracol, por caída natural o punteras, que forme una pequeña laguna en el Parque Ecuador, luego ingrese por la calle Caupolicán con represamientos, esclusas y controles, pase Junto a la Plaza Independencia y doble por Barros Arana hasta Prat. Allí pasaría bajo la Estación de Ferrocarriles para dirigirse al Biobío.

Esta propuesta puede ampliarse a otras comunas que también tienen lagunas, mar y ríos, como San Pedro de la Paz, Chiguayante y Talcahuano.

Una idea para comenzar 2000 soñando una ciudad nueva, fluvial, fresca y, por qué no, acuática.

Miles de metros

Para el transporte, se imagina la desaparición de toda la red ferroviaria de Concepción, la del sector de la Costanera, de la calle Vicuña Mackenna, de Lorenzo Arenas, que aíslan casas y ambientes.

Todo reemplazado con un sistema de tren de alta velocidad que conecte a Concepción con Santiago, unidas por sólo tres horas de viaje. Aunque sabe que es una idea antigua, se suma a ella.

Dentro de la provincia debe existir una red, también ferroviaria, como un metro o móviles tradicionales pero limpios.

El metro tendría que ser subterráneo o elevado en monorriel.

Y en un área menor, una red local o comunal de un nuevo transporte colectivo, por medio del cual la gente llegue a áreas específicas desde las estaciones del metro. Un sistema de alta calidad puede ser el actual sistema de buses de aeropuerto, con pistas propias, frecuencias de paso y estaciones muy definidas.

Si antes no contaminamos el agua, si los ríos no se secan por tantas represas y si las crisis económicas no se suceden tan seguido, podemos hacer un Concepción de agua y trenes, o seguir soñándolo para otras generaciones.


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