1998: Crear el puerto aISLAdo

 Hay que despejar la costa para habitarla.

Los barcos y los puertos hay que juntarlos todos en algún sitio. A las personas hay que permitirles irse de las ciudades grandes. Reunir y descentralizar son las ideas centrales de los proyectos que sueña Werner Stehr, presidente del Colegio de Arquitectos de Concepción.


Allí, en pleno centro de la Bahía de Concepción, rodeada de agua, de barcos y de actividades, quizás muelles y puentes, y alejada de la costa que muere por su presencia. Grande, donde quepan todos, allí debe estar la isla portuaria de la Región del Biobío.

Parafraseando la serie de televisión, puede ser una fantasía de isla, pero para su autor intelectual, el arquitecto y presidente de su gremio en Concepción, Werner Stehr, es una posibilidad realizable: factible y rentable. No en la Quiriquina, que puede pasar a ser un centro turístico, sino en una porción de tierra nueva, a lo mejor más grande, claramente artificial. A ese lugar pueden ir a parar todos los puertos y la actividad pesquera de Talcahuano, Penco y Lirquén. Y despejar la larga y sinuosa costa para otros proyectos de creación.

Una isla donde llevar todas las pesqueras y su industria, galpones y edificios. Tendría puentes para acceder desde el continente, uno que la conecte con Penco y el otro con Talcahuano. Así se unirían las grandes carreteras con los puertos para que los transportes de carga dejen de ocupar las calles secundarias. Se despejaría la red vial de la intercomuna, ya no entrarían a los centros urbanos para llegar a los barcos. Sólo dos caminos, directos, a la isla.

Yates y barcos

Separado por los puentes, hacia alta mar, estarían los puertos e industrias, y en la cara de la isla que da hacia la bahía los clubes de yates y toda su infraestructura deportiva. Porque si la intención es soñar, el arquitecto titulado en la Universidad de Chile propone que también sea ocupada para crea un área recreacional que hoy no existe en la zona, “a pesar de tener tanto mar".

La isla se hará con rellenos y lozas, tal cual como está construido el Molo 500 y los puertos de Talcahuano.

Stehr explicó que es factible si se prohíbe ampliar los puertos, porgue se verán presionados a trasladarse y construir en la isla.

-¿Qué se puede hacer en los actuales espacios que ocupan los puertos?

Para uso habitacional. Que la gente viva en los mejores sectores que están tomados por los puertos. Estos no permiten llegar al mar. Así todo el borde costero estaría conectado con una vía que parta en el río Itata, pase por Tomé, Concepción y siga por el río Biobío hacia arriba, una calle en cada ribera. Y hacer el río navegable.

Migrar al campo

Descentralizar es su segunda consigna. Los pueblos, las ciudades, que crezcan las pequeñas y disminuyan las urbes.

Que los pueblos como Hualqui o Quilacoya asuman una nueva importancia donde vivir y trabajar a la vez.

Propone descentralizar la Octava Región hacia Los Ángeles, Chillan, Florida. Se debe entender que hay que vivir un poco más lejos, pero para eso se necesitan carreteras despejadas y seguras, pero agradables y no autopistas. Una provincialización completa, con industrias, casas y todo.

Tenemos que volver atrás". Luego de las migraciones de los campos a las ciudades, ahora se debe incentivar la vida en el campo o más cerca de él. “En otros países han destruido carreteras y pistas elevadas porgue dividen las ciudades, por qué aquí no destruimos el concepto centralista", plantea.


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