Noviembre 1994: La antesala del cine arte

Mientras Viña del Mar, La Serena y Valdivia ya tienen festivales de cine, en Concepción aún no se estabiliza la exhibición de cine intelectual o no comercial.

En Concepción hay cine para karatecas, para público que disfruta de la acción y de la violencia, para los románticos y, a veces, para quienes siguen a actores o directores conocidos por su calidad sin importarles su procedencia. Pero un sector de público, aunque pequeño, está quedándose con las ganas de ver "su cine", ese donde se explora el arte, donde se aprecia el lenguaje, la fotografía, las actuaciones, la poesía. Es el cine arte, o cine intelectual o no comercial, ¿tal vez elitista? Casi indefinible.

Hoy sólo los institutos binacionales ofrecen este tipo de producción. Pero, los cinéfilos no van a estas salas. ¿Por qué? Parece que las producciones ofrecidas por el Chileno-Alemán o la Alianza Francesa le interesan sólo a una parte de este público, que ya es pequeño. Allí se dan películas relacionadas exclusivamente con el país que representan; les interesa difundir su cultura.

Los cines muy pocas veces llaman la atención a este pequeño grupo, pues no les gusta lo que exponen, a excepción de alguna sala que muestre películas premiadas, aunque sea en Hollywood. Hace unos años, dos teatros colaboraron para realizar los Miércoles cinematográficos, pero esa buena idea se acabó. Y, al parecer, esta iniciativa logró aumentar el número de simpatizantes de este tipo de cine, que ahora volvió a ser público potencial.

¿Un nuevo intento?

La Universidad Católica de la Santísima Concepción era una de las instituciones que apoyaba el cine arte en los Miércoles cinematográficos. Sandra Tamargo, encargada de Extensión de la universidad, cuenta que tienen en carpeta un proyecto junto a la Secretaría Regional de Educación y Cultura, para proyectar las películas que traen las embajadas a los institutos binacionales. O tal vez, se contacten nuevamente con la Universidad Católica de Santiago para que envíen la producción de cine arte que ellos adquieren en la capital. Comenzaría el próximo año en el Aula Magna de esa casa de estudios. ¿Por qué no en una sala grande? "Por que a ellos no les interesa", explica Sandra Tamargo.

Y así se sigue dando vueltas y vueltas al mismo problema: los cines no quieren porque no les reportan beneficios, aunque hay gente dispuesta a conversarlo, como el gerente del teatro Concepción; los seguidores del cine arte son pocos, por lo que sería cierto el desfinanciamiento; los dueños de cines consideran que una propuesta seria de organismos preocupados de la cultura podría ayudar a lanzar un proyecto. Todos se pasan la pelota y, por ahora, no hay nada. La Católica parece más cercana a hacer algo al respecto. Pero, ¿en el Aula Magna es suficiente? Hubo oportunidades en que el cine Romano se hacía chico para los Miércoles cinematográficos. Probablemente quepan si exhiben las películas de los binacionales que, a veces, son vistas por no más de seis personas.

Los amantes del cine arte tendrán que esperar... o ponerse a gritar.

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