Marzo 1994: “Fin del embargo no soluciona todo”

 Académico cubano se refiere a los límites de apertura en su país.

El levantamiento del embargo de Estados Unidos sobre Cuba tendría resultados contradictorios para nuestro país", dijo Luis Suárez Salazar. El académico cubano, invitado especial del gobierno de Eduardo Frei a la transmisión del mando presidencial, es director del Centro de Estudios sobre América.

Explicó que una situación como la citada "produciría un desdibujamiento del enemigo'". Es decir, se produciría en los cubanos una contradicción entre la figura de un Estados Unidos que quiere terminar con el gobierno de Fidel Castro y la realidad de relaciones cordiales entre ambos países.

Suárez participó en una conferencia en la Academia Diplomática Andrés Bello, donde explicó que "a Cuba se la puede matar de amor" en el caso que Estados Unidos mantenga su objetivo de eliminar al régimen cubano, pero ahora con métodos de acercamiento y no de confrontación.

El académico también contó cuales son los aspectos principales de la reestructuración en Cuba, especialmente en el campo económico.

Allí se ha producido "una apertura al capital extranjero, parecida en líneas generales a la apertura que se está dando en el resto del Tercer Mundo, pero diferente por intentar ser guiada desde el Estado para no enajenar la soberanía nacional ni perder el control de sectores estratégicos".

También se inició la descentralización de la gestión económica, del comercio exterior y del funcionamiento de la producción agrícola.

"Desde 1993 comienzan a instaurarse en Cuba nuevas formas de gestión en el campo, a partir de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa, parecida a la autogestión desarrollada en cierto momento en la antigua Yugoslavia", apunta Suárez, quien se definió, entre risas, como disidente de izquierda.

Junto a esta base de innovaciones económicas, Suárez acota que también se han aprobado cambios políticos, "aunque algunos intenten decir que no existen o que son mínimos".

El partido único se mantiene, pero con límites en su accionar para permitir la participación social y dar un nuevo tipo de relación entre las organizaciones sociales y el Partido Comunista.

Democracia sui géneris

El cientista fue consultado sobre las dificultades que tiene Cuba para llegar a acuerdos y formar alianzas internacionales, debido a que su país no posee una democracia como "consensualmente se considera que es ese sistema". Respondió que se podía discutir mucho tiempo sobre lo que es democracia, pero que si los países tienen diferencias, éstas deben respetarse en el contexto del principio de soberanía nacional.

Y lo ejemplificó con Canadá, país que tiene reparos sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, en tanto el gobierno isleño no está de acuerdo con el manejo gubernamental de la situación de los indígenas de Canadá. Pero existiendoestas diferencias  -"y qué bueno que existan diferencias", dijo- las relaciones son normales a partir de una mayor cantidad de temas que los unen.

Volviendo a las reestructuraciones, Luis Suárez afirmó que éstas se realizan a partir de ciertos límites o garantías frente al desarrollo alcanzado por Cuba y a los avances en materia social.

"Por sobre todas las cosas la reestructuración debe garantizar la independencia del país".

Este es el primer límite, explica Suárez. El segundo es que ningún cambio afecte la equidad y la justicia social, "aunque algunos costos sociales -apuntó- tendrán que pagar los cubanos por estas reformas".

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